Se fue llenando de a poquito la vereda alameda del Bar Iguanahaní. Era una nochecita calurosa que amagaba con llover, pero no caería una gota hasta después de las lecturas de Hugo Gonza. Muchos de los que han apoyado este ciclo se hicieron presentes, se ponían elefantes. La premisa estaba definida: "Pongámonos elefantes". Pasadas las 22.30 hs. arrancó.
El piano de Mario "Teacher" Galvan tocando tres obras a dedos salvados: Una reversión de Ludmila, un pasaje de Piazzola y un cierre con Gismonti. Habló y apoyó el movimiento, la fracción de lo que decíamos, "es importante estar acá" dijo, humilde, el maestro.
Inmediatamente después, Daniel Poxner y el Negro Hidalgo recordaron de qué se trata todo esto, y dieron su propia interpretación sobre el asunto. Después una maratón de voces, de poemas, cuentos, reflexiones, dichos, improvisaciones. La llegada al mic tenía que ver con un lugar de poder decir, opinar, repensar. Estaba ocurriendo.
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